domingo, octubre 22, 2006

Nexus Ops de Avalon Hill

Compré hace unos meses dos juegos de la archiconocida (en estos lares, se entiende) editorial Avalon Hill. Monster Menace America y Nexus Ops. Los compré al estar en oferta. Con gastos de envío debí pagar unos 25€ cada uno.

Al Monster Menace America todavía no he jugado. Me da un poco de pereza, al haber leído que no es muy bueno. El tablero y las fichas son inmejorables, pero aunque eso ayuda, no lo hes todo en un juego. De todas formas, ya jugaré algún día. Supongo que lo probaré con mis sobrinos, a los que les encantarán los monstruos.

















El Nexus Ops tiene otra prensa. En la Boardgamegeek alcanza el ranking 179, Lo cual no está nada mal. Es un juego para 2-4 jugadores y se puede jugar en hora y media.

Acabo de traducir las instrucciones al español, incluidas las cartas de ayuda. Son las terceras reglas de juego que traduzco.

El viernes pasado probé el juego con mi sobrino Alfonso y con mi cuñado. Empecé la partida con dos amigos de mi sobrino, pero con 11 años cada uno, a las 9 de la noche tenían que estar en sus casas, y hubo que empezar de nuevo, con los tres que terminaríamos la partida.






















Aquí estamos al comienzo de la partida. Todavía nos abandonaría, Alvaro. Esa niña que aparece por ahí es mi sobrina Teresa, que por ser tan guapa, le dejé que saliera en la foto. :-)


El juego tiene un aspecto visual muy chulo. Tienes una especie de Monolito en la mitad del tablero que domina la partida y alrededor distintas casillas de magma, bosques de liquifungus, rocas, etc.

Cada jugador dispone de unidades militares en un mundo futuro donde se está explotando un planeta recién descubierto. Las unidades son muy chulas y tienen el añadido de que brillan cuando les da la luz ultravioleta. La coña es de donde sacar esta luz. Bueno, a lo que vamos, las unidades pueden ser humanos, monstruos de cristal, arañas, Dragones, etc Esto le da mucha gracia al juego. Cada unidad tiene su coste y sus habilidades propias.

Los jugadores se despliegan por el tablero, descubren minas de un mineral llamado Rubium, con el cual podrán comprar nuevas unidades. Habrán de explotar esas minas, defenderlas, quitarle algunas al enemigo, para así hacerte con un fuerte ejercito. Con esas unidades ataca al resto de los jugadores. El monolito es el centro del juego, quién lo tenga, tiene el poder. Te llevas 2 cartas de ayuda importantísimas cada turno que permanezcas en él.

Se lleva la partida el primer jugador en obtener 12 puntos de victoria. Y estos se consiguen logrando pequeñas misiones del tipo "vence en una casilla que no sea roca", "comienza una batalla con al menos 4 humanos en tu bando", etc

Me hizo especial ilusión enganchar a mi cuñado a esta partida. Supuse que se unió a la partida cuando se marcharon los dos niños, para que pudiéramos seguir jugando. Pero se apasionó pronto por el juego, y eso que las reglas se las tenía que repetir constantemente porque le costaban (y no son difíciles). Al final a punto estuvo de ganar el juego. Se quedó en 11 puntos por 12 de mi sobrino.

Fue un espectacular final, con sus dos unidades mas valiosas, los Dragones de Rubium, uno enfrente del otro con solo una casilla entre los dos, que evitaba los temidos Alientos de Dragón. Se quedaron solos después de un cruento combate donde sus otras tropas habían muerto. Al final Alfonso, se llevó la partida en un magistral movimiento. Cuando todos esperábamos un ataque cuerpo a cuerpo entre estas dos bestias, Alfonso, sin inmutarse, abandonó la pelea y se dirigió a una de mis tropas a un par de casillas y entabló un fácil combate contra ellas, de forma que adquirió el punto de victoria que le faltaba. Una exhibición a partes iguales de estrategia y de cobardía. Je Je, pero se llevó la victoria.




























En la primera escena vemos como un Dragón azul y su compañero un Escupidor de Lava se enfrentan al Dragón rojo.




Con el aliento de Dragón, el Escupidor de Lava pasa a mejor vida, quedandose frente a frente los dos dragones.













El Dragón azul se gira y salta sobre mi pobre araña del monolito. Como parece que el drágón no podía solito (nótese el tono irónico) con mi araña, se unió al ataque otra araña azul. Y así es como Alfonso se llevó el último punto que le dió la victoria.













Un gran juego. Me gustó mucho y lo disfrutamos. Y eso que jugamos con un par de reglas mal, pero a fin de cuentas para todos fue igual. Jugaré mas, sin duda.

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